25.03.2022

    Si me preguntáis cuál es mi palo favorito, siempre voy a responder que los tangos. Los tangos tienen su lugar especial en mi corazón. Puede ser que por su ritmo, energía o por eso que tienen otro aire que el resto de los palos, no lo sé. Simplemente lo son. Puedo deciros cual es mi palo preferido, pero, por favor, no me preguntéis cuál de los tangos me gusta más, ¿de Triana, de Granada, de Extremadura? 

No soy capaz de responderlo.

    Personalmente pienso que hoy en día tenemos dos bailaores que dominaron los tangos hasta la maestría. Patricia Guerrero y Eduardo Guerrero, una granadina y un gaditano. Mañana en mi tablao va a dar el concierto uno de ellos, las entradas ya están casi vendidas y, para decir la verdad, eso no me sorprende. Si yo fuera un aficionado de flamenco y Tablao Flamenqueando no fuera mío, compraría la entrada sin pensar un segundo. 

    La última vez que le vi bailando en vivo fue en 2018 durante la Bienal de Flamenco de Sevilla. Una de las noches más mágicas de mi vida. 30 grados a las 23h, Hotel Triana y un grupo de artistas gaditanos; piel de punta garantizada a lo largo del concierto. Tengo la sensación que mañana también va a llevarnos al otro mundo, con su hechura, duende y traje de color muy llamativo. ¡Este tío es un crack! Si todavía no habéis visto a Eduardo Guerrero en vivo, tenéis que hacerlo. Tenéis que vivirlo solos, porque lo que intento describir aquí, es indescriptible. 

    Estoy muy emocionado, porque Eduardo va a bailar en mi tablao por primera vez. Nos conocimos aquella noche de la Bienal, por mucho tiempo estuvimos hablando de que tiene que venir a bailar al Flamenqueando  y ¡por fin lo hemos conseguido!